lunes, 10 de agosto de 2009

sujeto excéntrico

Hace un tiempo ya estudiando feminismo, discutiendo respecto de cuál era el sujeto del feminismo, dimos con el concepto de sujeto/a excéntrica/o, una brillante elaboración de Teresa de Lauretis. Hoy, buscando imágenes de mujeres para la actividad que estamos organizando en La Sala, nos encontramos con esta pintura que nos llevó a recordarlo. Aquí un pequeño adelanto de un concepto que nos fue fundamental para nuestro el pensamiento y la práctica feminista.
El/la sujeta/o excéntrica/o es el resultado una vida, de las experiencias que allí han tenido lugar, no es una elaboración teórica. El/la sujeta/o excéntrica/o no responde a teologías de liberación (marxismo, socialismos, mesianismo, etc.) ni a ninguna ontología de género (feminismo esencialistas de todos los colores) como tampoco tiene que ver con fantasías liberales (feminismos de la igualdad). Es un/a sujeto/a que parte de la paradoja "mujer" pero que se descentra de ella. Este concepto nos sirvió para pensar el lugar desde el cuál partimos, nuestra subjetivación femenina (lograda con distinto éxito por diversas instituciones; sostenida y actualizada por otras) y nuestra practica política feminista. El/la sujeto/a excéntrico/a del feminismo no es un/a sujeto/a que se ligue a una futura promesa de un mundo sin desigualdades de género o de otro tipo. El/la sujeto/a excéntrico/a tampoco puede ubicarse a sí misma/o fuera de este mundo atravezado por esta configuración de las relaciones de género y poder. El/la sujeta/o excéntrica/o es aquel que no pudiento evitar estar dentro de este entramado de relaciones (pues ese entremado está en él/ella) sin embargo, se descentra, se vuelve excéntrico/a de aquel. Esta excentricidad no puede otra cosa que ser un desgarro de sí misma/o, un desgarro que nunca podrá ser total (no hay lugar para paraísos terrenales desde este concepto) El/la sujeto/a excéntrico/a no garantiza ni estabilidad ni salvació, sólo garantiza la posibilidad de la instuiración de una mirada crítica para que advenga, o no, una práctica de subversión de lo dado.
En palabras de la autora "el sujeto de esta conciencia feminista ya no es aquel definido inicialmente teniendo en cuenta el único eje del género, la opocisión hombre-mujer, y constituido únicamente por la oposición, represión o negación de la diferencia sexual. En primer lugar, este sujeto es mucho menos puro. Así, es con más probabilidad ideológicamente cómplice del "opresor", pudiendo ocupar su lugar en determinadas relaciones socio-sexuales, aunque no en otras. En segundo lugar, no es un sujeto unitario, simpre igual a sí mismo, dotado de indentidad estable; ni un sujeto unicamente dividido entre masculinidad y feminidad. Está constituido de fragmentos cuyos aspectos constitutivos incluyen siempre otros objetos, otros sujetos...Finalmente, el sujeto en la teoría feminista tiene la capacidad de obrar, de moverse y dislocarse de forma autodetermina, de tomar conciencia política y responsabilidad social, incluso en su propia contradicción y no-coherencia"
Vimos en este cuadro un momento de este/a sujeto/a, el momento de la búsqueda de descentrarse, un momento dolor y de pelea, de desgarro... y remarcamos que es sólo un momento, porque lo interesante del concepto de sujeto/a excéntrico/a es que implica, por otra parte, que sus pasos que no son totales ni acabados. Los desplazamientos se dan y luego pueden deshacersen. Los procesos de descentramiento o de crítica no se producen como en un camino accendente a la liberación de una mente y un cuerpo del patriarcado. Son procesos caóticos en innevitable relación con lo contradictoria/o de la/el sujeto/a del feminismo.

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